México DF, a 21 de julio de 2012.
Peña Nieto ya habla de reformas estucturales
Martín Esparza Flores
Siendo oposición, en materia energética, los priístas establecieron en la LXI Legislatura: “Para el PRI está claro que el futuro de la energía en México se deberá discutir en un marco de apertura, certeza y honradez, y en función de los mejores intereses del país; la solución no consiste en privatizar los recursos de la nación para ocular los fracasos del PAN. México cuenta con los recursos energéticos suficientes para enfrentar el reto. Sólo falta liderazgo”.
El documento que debería haber visto la luz pública en julio del 2011 y que llevaba por título: 10 años de panismo; resultados; III Energía: desperdicio y enajenación de bienes públicos, fue enviado al baúl de los recuerdos pues el día en que los legisladores del tricolor tenían programado convocar a conferencia de prensa en el recinto de San Lázaro para darlo a conocer, de pronto y sin explicación alguna, echaron marchar atrás.
Parece que ya intuían que en el futuro inmediato terminarían, en contrasentido a sus propios análisis, por sumarse a la ola privatizadora de los panistas; siendo candidato Enrique Peña Nieto, anunció sin rubor alguno que invitaría a la iniciativa privada a participar en Pemex, como ya lo hace desde el sexenio de Vicente Fox en el sector eléctrico con pésimos resultados, como en su momento lo señalaron los propios priístas.
Aunque sin ser aún nombrado como presidente electo por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Peña Nieto habla ya de retomar el asunto de las reformas estructurales propuestas por el PAN, dos de las cuales, la energética y la laboral, han sido materia de controversias entre la gente del Revolucionario Institucional; sobre la primera, sus legisladores saben a la perfección las consecuencias negativas de meter a la iniciativa privada en esta área estratégica para el desarrollo económico del país.
En el documento inédito establecían con claridad: “El sector eléctrico nacional, crecientemente privatizado, no logra reducir sus fallas, las pérdidas en distribución han aumentado 15. 2 por ciento en 2005 hasta 16.1 por ciento en 2009; en el área central, a casi dos años de la extinción de Luz y Fuerza, continúan las interrupciones frecuentes y abundan los errores en facturación lo que afecta gravemente a la población…”.
Y concluían los priístas sobre los excesivos permisos otorgados por la CFE a los productores independientes, sobre todo empresas trasnacionales: “Favorecer la generación privada para cumplir compromisos contractuales, provocando una sobrecapacidad y un manejo ineficiente de la industria eléctrica con cargo al erario público son una muestra más del fracaso de la gestión panista”.
La pregunta a dilucidar es: ¿terminarán los priístas coloreándose del azul privatizador de Acción Nacional? ¿A qué se referían cuando hablaban de los mejores intereses del país? ¿A los del pueblo en general, o de los empresarios, amigos de Peña Nieto? Los documentos sobre los errores de Acción Nacional en el sector energético ahí están.
Vía: Revista Siempre!
Atte. La comisión de trabajo
de taller automotriz.