La dirección del IMSS puso sobre la mesa la liquidación de los 319 mil trabajadores del Instituto y su recontratación para ahorrar pensiones, fiscalizar la nómina de jubilados para disminuir su costo excesivo y cambiar el modelo de financiamiento para beneficiarse de los crecientes recursos que se han dado en este sexenio al Seguro Popular.
Las medidas fueron propuestas por el director general Daniel Karam durante una sesión del Consejo Técnico realizada a puerta cerrada en agosto de 2010.
La grabación del encuentro circula entre trabajadores y funcionarios del Instituto, y hasta ahora no hay referencia alguna de que las iniciativas presentadas entonces hayan sido retiradas.
Karam presentó un estudio según el cual el IMSS no tiene viabilidad financiera y expuso que ante la grave situación económica sólo hay dos opciones: una reforma "de gran calado" que implicaría trasladar al gobierno federal la deuda que arrastra el IMSS por el pago de las pensiones de sus trabajadores, acompañada de un aumento del IVA para financiar a todo el sistema de salud, o un escenario "más drástico" que incluiría la liquidación y recontratación de los trabajadores en activo.
De mantenerse el riesgo financiero, se advirtió en la sesión de casi tres horas, no habría a finales de 2012 recursos suficientes para comprar medicinas y pagar la nómina.
Eduardo González Pier, director de Finanzas del IMSS y principal expositor de la reunión, sugirió reducir el Régimen de Jubilados y Pensionados del Instituto, trasladar el pasivo que genera al Gobierno federal y fiscalizar la nómina de jubilados ante la evidencia de "abusos" como "viudas que ya no son viudas o huérfanos que ya tienen más de 25 años".
Planteó además prorrogar la edad de retiro laboral para evitar que se vayan "cirujanos de 55 años de edad" y ofrecer a los sindicalizados un bono similar al otorgado por el ISSSTE para optar por un nuevo sistema de retiro.
"Es un bono donde les compras la antigüedad, se las depositas en su subcuenta y empiezan a cotizar como si fueran trabajadores nuevos, pero ya con un saldo interesante acumulado", explicó.
Y añadió: "no omito recordar que la opción más drástica, aunque muy difícil, es liquidar a la población, los 319 mil que tenemos ahorita; liquidar a todos los trabajadores del IMSS cláusula 56, que es la cláusula que da 150 días más 50 por año, (y) cuesta 152 mil millones (de pesos)".
Respecto al financiamiento del sistema de salud planteó "ya no pagar la atención médica de la salud de la nómina, sino pagarla de un impuesto general. "No puede ser nada más consumo, puede ser otra serie de impuestos generales (...) Si seguimos en el IMSS pensando que la atención médica de los pensionados va a ir contra los ingresos de la nómina, se va a agotar el recurso. La población arriba de 50 años cuesta un dineral y está subiendo los costos de una forma impresionante", advirtió.
González Pier comentó que para 2012 el IMSS tendría 230 mil jubilados en nómina y que la proporción existente entre trabajadores activos y jubilados sería menor de dos a uno. "Es una situación muy, muy, grave", expuso.
Según el diagnóstico "todo lo que ingresa adicional cada año el IMSS por sus ingresos de ley se va íntegramente y no alcanza a pagar los incrementos de las dos nóminas, la de activos y la de jubilados; no queda un solo peso para aumentar el gasto en materiales y suministros, servicios generales, para aumentar conservación, inversión, nada".
El director de Finanzas resumió: "estamos en una situación donde la empresa se está convirtiendo en un pagador de nóminas".
Conforme la exposición, avalada por Karam, lo más grave es que "hay una muy alta probabilidad de que el Instituto no tenga para pagar sus nóminas, o a finales del 2012 o a principios del 2013".
"Estamos hablando de no comprar medicinas. No vamos a poder pagar la nómina y es el peor momento para entrar en una situación de crisis cuando hay una transición de gobierno, una nueva administración; hay un equipo de transición, hay un Secretario de Hacienda, este, digamos, designado, pero no en funciones", alertó el funcionario.
'Que no se entere REFORMA'
El director general del IMSS, Daniel Karam, solicitó a los integrantes del Consejo Técnico del instituto resguardar la confidencialidad de un documento con información financiera para evitar que fuera publicado por REFORMA o cayera en manos del sindicato del Seguro Social.
Al término de una sesión realizada en agosto de 2010, el funcionario advirtió que la divulgación de la información presentada podría complicar todavía más la situación del organismo.
"Deliberadamente hicimos nueve impresiones de este documento. Quiero, sí, pedirles, y hacerlo expreso, que estos documentos se tienen que manejar para su consumo personalísimo", remarcó, según consta en una grabación de la sesión.
"El hecho de que llegue un documento de esta naturaleza, cuando todavía es una propuesta, a REFORMA o que lo vea el sindicato y demás... Lo quiero hacer expreso, quiero pedir sí, por favor, que son nueve copias para su consumo personal, para que lo consuman ustedes. Por eso no se les mandó a su asesoría ni demás, en el entendido de que sólo hay nueve copias de este documento".
"Hay temas que si se sacan del contexto debido con el que están plasmados aquí, más que propiciar un ambiente propicio para cualquier solución, nos va a ir emproblemando más el ambiente, ya de por sí ante un escenario muy complejo que tenemos hacia adelante", agregó.
De acuerdo con la Ley del Seguro Social, el Consejo Técnico es el órgano de gobierno, representante legal y el administrador del IMSS y está integrado hasta por 12 miembros: 4 representantes patronales, 4 de los trabajadores y 4 del Estado. El director general preside siempre el Consejo Técnico.
Atte.
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